Tres cosas que no sabíamos de la leche materna
25 Oct, 2016
por Ana María Medina
Leche

Las que me conocen saben que fui una de esas mamás que sufrió con la lactancia. Quise tirar la toalla muchas veces y aguanté sólo porque todos me repetían que no había nada mejor que la leche materna para un hijo. En ese momento de mi vida no tenía ni idea porque era “lo mejor” para Lolo. Suponía que esa leche que a veces me manchaba las pijamas era “lo mejor” porque tenía todos los nutrientes que Lolo necesitaba. Pero nunca averigüe con conciencia porque era “lo mejor”.

Supongo que el sueño y cansancio que me agobiaban por esos días me dejaban noqueada e incapaz de hacer otra cosa que no fuera dormir. Pero ya que les hable de la importancia de los primeros 1000 días en la alimentación de nuestros hijos, quise hacerles este post a todas las mamás que aún lactan, a las que está pensando renunciar y a las que lo están haciendo para que hoy más que nunca entiendan la importancia de la tarea.

La leche materna sí es lo mejor, no hay alimento que la supere, y estudios recientes comprueban que la razón tiene que ver con la calidad y cantidad de proteínas que este alimento le ofrece a nuestros hijos.

Así que cuando estén cansadas de usar camisas de botones, cuando estén hasta la coronilla de hacer maromas para sacar la teta en una reunión familiar sin que el suegro se sienta atacado por su pezón, cuando estén aburridas de comer poco picante y cero licor, cuando hayan agotado las reservas de caléndula y crema anti grietas, sólo piensen por un segundo que nada que le puedan dar a su bebé es mejor que esa leche que producimos como por arte de magia.

En este momento mi profesora de Biología golpea su frente contra una pared al oírme decir que producimos leche gracias a fuerzas sobrenaturales. Pero, estoy segura que si leen las 3 cosas que descubrí, pensarán como yo: que no hay nada más mágico que la leche materna. 

  1. La leche materna modifica la cantidad de agua y proteína dependiendo de la edad de nuestro bebé e incluso del clima.

    Cuando estamos en tierra caliente producimos más agua para que el bebé no se deshidrate. Sí, sí, sí, siiiiii, es hora de decirle a todas las tías y abuelas metidas del mundo que podemos darle agua a los bebés si queremos, pero que con nuestra leche es más que suficiente. Y de manera inversa, en lugares con temperatura baja producimos más proteína para que ellos estén más calienticos. No sé a ustedes, pero a mí no sólo me parece increíble sino mágico.

  1. La leche materna regula la cantidad de proteína para no alterarle el metabolismo a nuestros hijos.

    A medida que nuestro bebé crece el porcentaje de la proteína de la leche va disminuyendo, pero ¿por qué? En palabras de mi pediatra “cuando hay excesos de proteína, esa proteína que no es utilizada por el bebé, tiene que ser metabolizada por el hígado, y luego ser eliminada por el riñón. Y ambos órganos son inmaduros en el bebé y esta recarga de trabajo les puede ocasionar un estrés metabólico”. Mientras lactemos el único estrés que conoceremos como mamás, será el de olvidar poner un protector en la pochecha que no está usando el bebé, y no la cantidad de tomas que debemos darles para no alterar su metabolismo.

  2. La proteína de la leche materna es una “pócima” tan perfecta que distribuye los aminoácidos, garantizando que hayan bajos niveles de aquellos que estimulan la hormona de la insulina.

    La  famosa insulina es la encargada, entre otras cosas, de que acumulemos grasa en nuestro cuerpo. Así que no me digan que no es casi mágico, que sólo con lactar le podamos reducir a nuestros hijos el riesgo de sobrepeso y obesidad y de paso enfermedades asociadas a este problema en la vida adulta como hipertensión, diabetes y problemas cardiacos.

Yo no sé a ustedes, pero a mí me parece magia que la leche materna tenga la cantidad justa y exacta de proteínas que necesita un bebé para desarrollar su sistema inmune, su cerebro, su sistema endocrino, su sistema digestivo… en fin, les diría que piensen en todos los sistemas que se les ocurra, pero no me quiero arriesgar a que alguna piense en el solar. ¿Alguna otra razón más grande para apostarle a la lactancia materna que la salud de nuestros hijos a corto, mediano y largo plazo?

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3 Comentarios

  1. Paola Escarria Martin

    Tengo 2 niñas seguidas con diferentes gustos a la hora de comer, pero lastimosamente son DEMASIADO SELECTIVAS y quiero y necesito saber q hacer para lograr que coman alimentos NUTRITIVOS.

    Si me pueden ayudar por favor a darme un menú se los agradecería mucho para saber que les puedo cocinar y como.Se los debo.servir, la grande tiene 5 y la pequeña va a cumplir en 1 mes los 4 años.

    Gracias!!!!!

  2. Diana Martinez

    Soy Diana tengo 2 hijos y los he lactado durante los dos primeros años de vida. Es maravilloso crea lazos afectivos increibles.
    Gracias por ese texto que reitera la importancia de lactar a nuestros hijos♡

  3. Marce

    Buenos días! Muy buen artículo, tengo una bebé de casi 22 meses ella tuvo Lactancia Materna Exclusiva durante sus primero 6 meses de vida y a sus 22 meses aun toma pecho; ¿hasta que edad es recomendable? Ya estoy empezando a quitarle el pecho pero ha sido un poco traumatico para ella y otro poco para mi. ¿será que ella la dejará voluntariamen te?