A propósito del día de la madre
8 May, 2018
por Ana María Medina

Este será el quinto año que celebro el día de la madre, en realidad el sexto si cuento el de mayo de 2013 con una panza a un mes de estallar.

He pasado por todos los requerimientos de regalo para que mis seres amados se congracien conmigo en este día. Para los primeros años mi regalo soñado era un día libre. Libre de todos los deberes, de todas las cosas y rutinas que precisamente me hacían merecedora de una felicitación, pero de las que yo quería huir por unas horas. No es para menos, los primeros años son los más agotadores y no había ramo de flores, caja de chocolates o par de botas nuevas que superaran mi humilde deseo de desaparecer para todos y poder dormir en paz, comer caliente y andar sin afanes.

Otros años, con el cansancio inicial superado y ávida de regalos, empezaba desde febrero una campaña más cochina que candidato presidencial y cualquier cosa que veía y me gustaba era enviada al whatsapp de mi esposo con la nota “mira esto tan lindo, ya casi es mayo, he sido una buena madre, ojo pues, después sigue el día del padre, te amo”.

Este año, para mi sorpresa he sido cauta, no he hecho lista, solo he mandado un mensaje a whastapp y ya ni siquiera pido un día libre, porque los parches con un Lolo que baila, habla, canta y pregunta todo, son mil veces más divertidos que acostarme a descansar.

Supongo que he tardado 5 años en reconocer y darme cuenta que si bien amo los regalos (no vaya ser que mi esposo se lo tome literal y me quite la dicha de destapar algo este año) por primera vez entiendo la importancia y el “por qué” celebrar el día de la madre.

Ser mamá ha sido una experiencia de humildad, fortaleza y descubrimiento y para mi.

De humildad porque solo la maternidad ha sido capaz de ponerme de frente a mis errores, me ha obligado a mirarlos a los ojos y hacer algo con ellos diferente a negarlos.

De fortaleza porque solo la maternidad me ha enfrentado a mis peores miedos sin darme si quiera el chance de esquivarlos o ignorarnos.

De descubrimiento porque solo a través de ella fui capaz de reconocer un lado oscuro tan propio de mi esencia como mis más iluminadas sonrisas.

Han sido 5 años en los que he llorado de rabia, impotencia y dolor, y esas lágrimas me han hecho crecer. Pero también he llorado de alegría y agradecimiento, y esas lágrimas me han devuelto un poco de la humanidad que no sabía que había perdido. 

De la maternidad hoy, 5 años después de haber empezado a andar su camino, sin hormonas alborotadas y durmiendo las noches (al menos la gran mayoría) de corrido, puedo decir a riesgo de sonar cursi y monotemática, que es el mejor regalo que me he dado, y literalmente empacado, en la vida.

Nada me había cuestionado tanto en la vida, nada me había retado tanto pero nada jamás me había regalado tanta felicidad.

Ser mamá es y será siempre mi mejor regalo. Porque con todo el cansancio y el dolor en el alma que a veces conlleva, es mi milagro, mi sueño cumplido, el camino que escogí y quiero seguir recorriendo. Es el mejor regalo porque solo la maternidad me ha dado la posibilidad de conocerme a fondo, me ha obligado a reinventarme, a corregirme una y otra vez y ha sembrado en mi el deseo de convertirme en un ser humano más consciente y poderoso del que era antes de tener a un hombrecito en casa que me llamara mamá. 

La importancia del día de la madre para mi, 5 años después de serlo, radica en celebrar que solo una madre sabe a ciencia cierta de qué esta hecha. Si bien la valía de una mujer no radica en ser madre, las que lo somos conocemos a fondo ese valor porque muchas veces lo hemos cuestionado.

5 años después de ser madre, reconozco que el mejor regalo para una mamá es precisamente poder haberlo sido.  

Feliz día a todas ustedes mamás que me leen, que se han vuelto mis cómplices, mis psiquiatras y muchas veces mis consejeras, el mejor regalo ya se lo dieron ustedes mismas y nació de su barriga, pero celebren como nunca este fin de semana porque gracias a nosotras las familias se construyen, gracias a nosotras hay niños felices en el mundo. Y las cosas lindas que le regalan color al mundo como la familia, el amor y los hijos siempre será algo que vale la pena celebrar. Así que celebremos porque al final de la jornada solo nosotras sabemos cuánto lo merecemos.

 

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3 Comentarios

  1. Victoria

    Súper! Totalmente de acuerdo! Yo aquí con el ojo aguado y pensando en mi chiquito! Feliz día!!!

  2. Liliana Mejía

    Gracias nuwe por compartir con nosotros esto tan lindo ?

  3. Adriana Becerra

    este será mi primer día de madres, leyendo este post confirmo que mi decisión fue la mejor… Gracias por compartir. Son mi familia favorita?✌️