Cuando no estoy, mi hijo está mejor que nunca
11 Mar, 2015
por Ana María Medina

Después de mi artículo de los tipos de mamá, alguien me escribió diciéndome que me había hecho falta una: la mamá sacrificio. Esa a la que le parece una herejía tener una niñera. Después de 1 año y 9 meses (edad exacta de Lolo) me vengo a dar cuenta que soy esa mamá exagerada, que debe y tiene que hacer todo lo que se refiere a Lolo. Imagino perfectamente las cosas que me critican mis familiares cuando les da por darme rejo a mis espaldas, y esa es una de ellas.

MEJOR QUE NUNCA BLOG

Yo me la paso con Lolo y cuando hay algo que tengo que hacer sin él, mi mundo colapsa, bueno, no sólo el mío. Yo entro en crisis y el primer perjudicado es mi 10%, pongo mi peor cara de ternero degollado y pregunto suavemente si será muy grave que no vaya a la oficina por un par de horas. Cuando mi 10% no puede, los segundos damnificados son mis papás, miro el calendario a ver si mi compromiso coincide con su visita, si no, los llamo y pensando que no se dan cuenta de mis oscuros intereses les pregunto si no tienen ganas de adelantar su llegada a la “calurosa y poco congestionada” Bogotá. La mayoría de veces mi 10% y mis papás me resuelven la vida. Y si no, recurro a mi cuarta víctima: Oma. No estoy hablando de la cadena de café, sino de la directora, subdirectora, jefe administrativa, coordinadora de la limpieza, organización, funcionamiento y alimentación de mi hogar.

En el último mes, tuve que recurrir a ellos más de la cuenta. Despedirme de Lolo cada vez que tenía que salir de casa, cuando no era en medio de un mar de lágrimas y abrazos, era gracias a toda una logística de escape coreografiada y medida, digna de cualquier agente de la CIA.

Todo esto, para que a los 5 minutos, con los ojos hinchados de llorar, todavía llenos de lágrimas y con la voz entrecortada, yo llamara a preguntar como seguía mi chiquito y me dijeran que estaba mejor que nunca. Mejor que nunca? Hombre, es reconfortante saber que tu hijo quedó en buenas manos, que está tranquilo y feliz, pero MEJOR QUE NUNCA? ¿Tan intensa soy que se siente aliviado sin mi? ¿entonces que fue ese show que hizo para que no me fuera, puro teatro?Es que acaso no me extraña?

Al parecer, o al menos lo que me han dicho sus cuidadores, no. Es decir, por momentos empieza a buscarme por toda la casa, a ratos se para en la puerta con la llave pensando que estoy por llegar o va de cuarto en cuarto revisando las puertas pensando que estoy detrás de una, como solemos jugar. Pero lo cierto es que Lolo no entra en crisis como yo. Es más, no sólo no echa de menos a su cuidadora estrella (modestia aparte) sino que para colmo de males se comporta de maravilla o, para seguir escociéndome la herida, se porta MEJOR QUE NUNCA. En un comienzo llegue a pensar que eran mentiras piadosas que me decían para que yo estuviera tranquila cuando me iba. Y si, obvio, muchas veces no me dicen todo lo que pasa en el día para no preocuparme. Pero con el tiempo, empecé a descubrir que los niños se portan diferente, por no decir mejor que nunca, cuando no estamos cerca. Lo notaba cuando veía al hijo de mi amiga pasando una tarde solo con la tía, lo confirmaba cuando veía a mis sobrinitos un fin de semana solos con los abuelos y me sorprendía cuando recibía las fotos de Lolo en mi ausencia comiéndose todo el almuerzo.

Alguna vez escribí que los hijos estaban diseñados para hacernos quedar mal, pensando en esas veces en las que chicaneamos alguno de sus logros o buen comportamiento y en público hacen todo lo contrario. Pero he descubierto que su verdadera cualidad para hacernos quedar como un zapato es portarse como unos príncipes cuando no estamos, con el cruel objeto de darle credibilidad a esa frase que odiamos: “el niño estaba bien hasta que llegó la mamá”. Y aunque me dicen esta frase a menudo tengo mis oídos entrenados para que conviertan esas palabras odiosas, pero ciertas, en «eres una madre excelente, mira como tienes de bien educado a tu hijo que no nos dio lora cuidarlo».

La cosa es que uno nunca sabe la clase de mamá que va a ser hasta que tiene un hijo. Y yo acabo de darme cuenta que como mamá soy muy parecida a una novia intensa y celosa. No tengo niñera, no he querido meter a Lolo al jardín hasta que cumpla 2 años, yo misma lo llevo y me quedo con él las dos mañanas a la semana que va a pre-jardín, yo me baño con él, hago mercado con él, monto en bici con él, voy al médico con él, entro al baño con él, peleo con él y me reconcilio con él.

Y si esto me convierte en una novia intensa y celosa debo confesar que no me falta mi novio canalla. Un hijo es como ese novio que todas tuvimos de adolescentes. Un convencido que sabe que nos pone a correr a la primera llamada, un muchachito consentido que necesita ser criado y al que nos sentimos capaces de cambiar, un chico malo que hace lo que le prohibimos por puro placer, un coquetón que no tiene problema en olvidarse de nosotras por irse detrás de una niña en la calle, un don Juan que sabe que nos domina tirándonos un beso, un conchudo que sabe que siempre le limpiaremos sus cagadas y, aparte de todo, un descarado que después de haber pasado una tarde increíble con otra gente se atreve a hacernos un show de celos tan pronto nos volvemos a encontrar. La verdad sea dicha, como mamá soy una novia celosa y Lolo como hijo es mi novio bandido.

Pero, a diferencia de la inocencia de adolescente que me hizo ganarme varios cachos, esta vez si puedo asegurar que si Lolo se porta más juicioso sin mi y hace un escándalo cuando me ve, es para demostrarme su cariño. Estamos enamorados, nos extrañamos, marcamos territorio, nos aguantamos muchas cosas, entre esas tener por momentos que estar separados, nos conocemos todos nuestros achaques y cuando nos volvemos a encontrar nos desquitamos. O es que acaso, ustedes no se portan mejor en presencia de aquellas personas con las que sienten menos confianza?

4 Comentarios

  1. Catalina

    Estoy convencida que lo que esta es muy bien educado!!!

  2. Andrea Cortes

    Pues yo creo que mas que novia celosa e intensa, eres una mamá que decidió darle a su hijo tiempo, amor y seguridad emocional, digan lo que digan, no es lo mismo criarlos uno a que los crié otra persona, mamá es mamá, estoy segura que Lolo tiene valores y enseñanzas que en otro lado no podría recibir. Bien por ti!!!

  3. Andrea

    Súper!!! Yo soy igual mi hijo tiene 1 año y 5 meses y esta conmigo todo el tiempo… He recibido muchas criticas… Pero se que el tiempo pasa rápido y no voy a tenerlo más de este tamaño y con esta ternurita…

  4. laura

    No lo pudo haber dicho mejor, me pasa exactamente lo mismo. Lo dicen como para mostrar que uno no hace falta, pero la verdad es que las pataletas son la manera de demostrar el amor a esa edad. Me sentí mucho mejor con tu escrito… Gracias

Trackbacks/Pingbacks

  1. “Cuando no estoy, mi hijo está mejor que nunca”… Por: Lanuwe.com | De Cometas & Vuelos - […] Tomado de: https://www.lanuwe.com/2015/03/cuando-no-estoy-mi-hijo-esta-mejor-que-nunca/ […]