De fiestas infantiles y otros males
16 Ago, 2016
por Ana María Medina
...Con Guri Guri

De todas mis fiestas, recuerdo con nitidez la primera ostentosa que tuve de cumpleaños. Tenía 7 años y por ostentosa me refiero a que mis papás alquilaron el salón comunal, me compraron una piñata de Guri Guri, el muñeco de moda por ese entonces, contrataron recreacionistas de camisetas rojas que en algún momento también hacían de magos y meseros, las sorpresa eran jacks o catapis, como le dice mi 10%, y nadie se quejó del nivel de gluten de los perros calientes. De mis onomásticos anteriores tengo como prueba un par de fotos, pocas para mi gusto pero hay que recordar que la cámara era de rollo y mi mamá no era adicta a Instagram.

fiestas del 1 al 4

Las fotos comprueban que mis progenitores celebraron mis primeros años de vida, y también comprueban que para celebrar esos primeros años de mi maravillosa existencia, valga la pena decirlo, no era necesario hacer una fiesta en la estratosfera. Y la primera razón es que por más que me esfuerce me es inútil recordar mi primer, mi segundo o incluso mi tercer cumpleaños sin tener que recurrir a una sesión de regresión. Celebrar un año más de vida de alguien amado, en especial de un hijo, es una emoción que no nos cabe en el pecho. Pero al parecer, la moda de las mamás de ahora, es botar la emoción y la casa por la ventana, para organizar fiestonononones más pensados en deslumbrar a los adultos que divertir a los pequeños.

Las fiestas infantiles del momento me asustan. Cada vez que recibo una invitación de la mano del portero, un ligero escalofrío recorre mi cuerpo. Mientras leo en voz alta “Te invito a mi fiesta para celebrar mi cumpleaños número 1” …mi mente dice no no no no me invites y entiende lo siguiente:

“Te invito a mi súper fiesta de la que no recordaré nada porque tengo un año. Te invito a que me veas dormir la mitad de la tarde, que te lleves de recuerdo una botella de agua personalizada con mi nombre que botaras tan pronto salgas de acá. Te espero para que te burles de mis papás tratando de tomarme una foto sin llorar, al lado del muñeco de Disney de moda en versión gigante y mal oliente. Te espero a las 2 de la tarde con un buen regalo porque las sorpresas que tenemos son impresionantes. No olvides traer a tu hijo porque aunque no parezca la fiesta es para él.”




Las mamás de antes, creo, no se devanaban los sesos pensando una fiesta temática para un niño menor de dos años, que nadie (al menos cercano) ya hubiera hecho. La piñata se llenaba de basura, por basura me refiero a pequeños muñecos de plástico deformes y unicolores, porque lo divertido era partirla con un palo de escoba sin llevarse la cabeza de alguno de los invitados. Las sorpresas eran la basura que cada niño lograba salvar de la piñata o el popular Jacks (siii, el mismo catapis). Eran fiestas bonitas en las que corríamos los muebles de la sala para tener más espacio y toda la familia se turnaba la inflada de las bombas para no hiperventilar. Fiestas geniales en las que nos reuníamos alrededor de una mesa a cantar un cumpleaños feliz y callábamos solemnemente, a modo de ritual, durante 4 segundos mientras el homenajeado pedía deseos secretos al soplar las velas. ¿En qué momento organizar una fiesta infantil alcanzó niveles tan estrafalarios en los que a veces ni siquiera hay tiempo de pensar los deseos antes de soplar las velas?

Me perdonarán las anfitrionas de fiestas hermosas que superan el presupuesto que invertí en mi matrimonio, pero entre tantas arandelas parece escapárseles la magia de celebrar y agradecer un año más de vida. No quiero arruinarles la inversión pero esas fiestas no las disfruta el cumpleañero por ahora. Con una torta, unas velas, tres bombas y una tarde de diversión y cariño es suficiente para los primeros años. El resto, las arandelas, son sólo para que los adultos inflemos pecho y nos regocijemos en el ego. Yo he decidido ahorrarme esa platica para cuando Lolo me pida su fiesta, me diga claramente los nombres de los amigos que quiere invitar,me diga donde la quiere y como la quiere, me diga convencido de qué sabor quiere la torta, escoja lleno de emoción la decoración y me pida no tomarle fotos porque quiere seguir jugando con sus invitados.

Este año, Lolo cumplió 3 años y yo me rehusé con todas mis fuerzas, y mi 10% con toda su billetera, a celebrarle su cumpleaños como parece que debíamos celebrarlo. Dijimos que no a alquilar un sitio lleno de actividades que cobran el minuto más caro que un parqueadero en la 82. Dijimos que no a buscar quienes tienen hijos en nuestra lista de contactos cercanos y no cercanos para conseguir un quorum decente de niños. Dijimos que no a gastarnos lo que nos vale un mes de mercado en sorpresas descrestadoras y útiles para los invitados. Hicimos una cartelera con todos los momentos importantes desde que supimos que íbamos a ser papás, organizamos foto por foto con Lolo y con cada foto recordamos divertidas anécdotas, se la expusimos a Lolo y su cara sonreía con cada historia, de repente no nos cabía el agradecimiento en el pecho por estos tres años que lleva Lorenzo a nuestro lado alegrándonos la vida. Así, sin arandelas, tuvimos la mejor celebración de todas hasta ahora. Puede que Lolo tampoco se acuerde cuando crezca de la cartelera de su cumpleaños número 3, pero al menos la satisfacción en mi pecho y las lágrimas en los ojos de mi 10%, me confirmaron que celebramos lo importante sin gastarnos un dineral. Prometo hacerle una cartelera cada año que le recuerde a él y nos recuerde a nosotros lo afortunados que somos de celebrar otro año juntos.

Fiesta de Lolo año 3

Habrá cumpleaños de francachelas y comilonas que nos hagan sentir como reyes rodeados de amigos, pero también, mientras pueda hacerlo, habrá carteleras que los tres releeremos en la intimidad de nuestra casa conmemorando la vida. Y así, de pronto podremos garantizar que entre tanta arandela no se nos embolate lo importante.





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13 Comentarios

  1. Juliana

    No puedo estar más de acuerdo, sin embargo estoy en este momento en esa encrucijada de celebrar el primer año de vida de mi Ema. Yo
    Lo quiero íntimo, familiar, con calor de hojar, y mi esposo, mi suegra y mi cuñada quieren una fiesta de mini matrimonio. No hay poder humano, ni si quiera vale que yo soy la mamá y eso es lo que quiero! Hay que invitar a los socios de mi esposo con sus hijos y los amigos que nunca vemos (amigos de mi esposo de cuando tenía 8 años y que no volvió a ver sino 2 o tres veces en sus 35 años de vida), familiares que ni siquiera han visto a Ema la primera vez… En fin. Lo único que me queda es el
    Consuelo de saber que no estoy loca y que es una exageración una fiesta tan grande de la cual a Ema solo le quedan las fotos, gracias por el post, me desahogaste!

  2. maria ramirez

    De acuerdo! Volvamos a hacer fiestas donde el protagonista sea el niño y no la mamá y la decoracioón y donde el homenajeado termine sudado y con dolor de estomago de tanto correr y comer dulces!

  3. catalina hincapie

    ana me hiciste llorar!!! muy de acuerdo asi a veces no lo aplique! (no lo digo orgullosa sino apenada) te mando un abrazo

  4. Jessica Montes

    Tal cual!! aveces un momento íntimo una torta y mucho amor, como dices es justo lo que se necesita!! No estoy loca, a veces pienso que algo sencillo sin tanto bombo porque la idea no es aparentar al mundo, si no llenar nuestro mundo con ellos con mucho amor y creatividad… A veces se nos olvida lo realmente importante… Gracias por escribir creo que mas de una hacemos catarsis jejej

  5. lina marcela

    Realmente aclarar esos pensamientos que en ocasiones frustan, al pensar si vale la pena hacer una gran fiesta o tan solo festejar los tres juntos, es bueno quitarte esa idea de que si no celebras en grande no eres una buena mama con tu unico hijo. Gracias mil gracias me encanto leerte.

  6. Blanca

    Totalmente de acuerdo contigo. La vida se debe celebar sin tanta arandela. . Pero hay un pequeño detalle . Soy decoradora de fiestas infantiles. . Jajaja así que me toca poner la mejor cara y acompañar a estas mamas que no quieren fiestas infantiles. .. Quieren producciones de Disney a que cumplan su sueño de cuidar cada detalle para ellas porque el niño es verdad.. goza poco. Muy lindo tu post. Lo guardaré.

  7. Patricia Arismendi

    Más de acuerdo no puedo estar!!! Ahora en septiembre mi hija mayor cumple 5 años y será su primera fiesta. Las otras han sido como las nuestras, sencillas, amorosas y divertidas! Ahora ella ya elige invitados, decoración y tema, está demasiado entusiasmada pensando todos los días en su fiesta! Yo planeando todo para hacerlo lindo, yo misma en su gran mayoría porque amo las manualidades, porque soñaba con hacerlo cuando tuviera hijos y porque no quiero que el presupuesto sea de matrimonio. Aunque el mío también fue como quiero hacer la fiesta de mi hija, invitamos solo a quienes nos acompañaron como novios y conocieron nuestro amor, 23 personas pese a la presión de los suegros y demás, organicé todo yo sin wedding planner y salió espectacular. En fin tu post me anima y me hace sentir bien de no ser la única que se escandaliza con los millonarios presupuestos de las fiestas de hoy en día, donde la sorpresa es mínimo de $15.000 y son más de 20 niños!!!!

  8. carolaine

    buenas noches, quizas tengas razon en algo, les contare mi testimonio del 1er año de mi unica hija; creo que ella es la exepcion de este comentario,le celebramos su fiesta y no les miento mi bb ya caminaba para ese entonces y esa nena dejo a todo el mundo boquiabiertos porque se gozo su fiesta jugo bailo rio pero nunca lloro,apezar de ella toma su teta nunca la pidio ella era el centro de atencion es mas cuando le partimos la piñata esa nena lo disfruto tanto que gritaba de emocion al ver a todos sus amiguitos juntos, hasta que no se fue el ultimo invitado que fue a eso de las 11:30pm no se durmio, osea que fue una super anfritiona….hasta sus abuelos quedaron sorprendidos quien no estaban de acuerdo con la celebracion por lo mismo que trata el comentario, pero despues de verla no tenian palabras.

    • Cristina

      Absolutamente de acuerdo con Carolaine, hay niños de niños y mamás de mamás…. ¡¡Bendita sea la diversidad!! que nos hace únicos, sigo con frecuencia los post, pero debo decir abiertamente que con este en particular me siento atacada, sobre todo viniendo de una mamá ejemplo de amor, comprensión y respeto…. creo que cada familia tiene el derecho de celebrar uno o dos o todos los años de felicidad y vida que un hijo trae al hogar, sobre todo porque no solo se celebra la vida de un hijo sino también los retos, logros y enseñanzas de una mamá en construcción continua, pienso que si una mamá esta en posibilidades de invitar a todos y quienes de una u otra manera le ha ayudado en su camino de la motherhood y deleitar a sus invitados con cuanta «excentricidad» desee, por que no? Mi hija aunque no caminaba como la tuya, Carolaine, también se gozo su fiesta y en este momento en que ya ha crecido le muestro las fotos y comprende con toda la extensión que sus padres le celebran siempre la vida, a su modo, porque la aman demasiado y quieren que todos como ella se diviertan.

      Encuentro lamentablemente un poco enjuiciador y hasta resentido este escrito «Te invito a mi súper fiesta de la que no recordaré nada porque tengo un año. Te invito a que me veas dormir la mitad de la tarde, que te lleves de recuerdo una botella de agua personalizada con mi nombre que botaras tan pronto salgas de acá. Te espero para que te burles de mis papás tratando de tomarme una foto sin llorar, al lado del muñeco de Disney de moda en versión gigante y mal oliente. Te espero a las 2 de la tarde con un buen regalo porque las sorpresas que tenemos son impresionantes. No olvides traer a tu hijo porque aunque no parezca la fiesta es para él.” … porque nadie es nadie para juzgar. Ciertamente lo que se necesita es apoyarnos unas a otras sin juzgar, sin comparar, sin justificar. Que vivan las madres que hacen celebraciones alrededor de la mesa del comedor, pero que vivan también las que contratan payasos, juegos pirotécnicos y etc, porque la verdadera enseñanza al final día es que como sea que se manifieste el valor de la vida es incalculable.

      • Antonia Amado

        Estoy de acuerdo con tu comentario. Cada mamá sabe que es lo mejor para su familia y conoce bastante bien a sus hijos como para no ponerlos en situaciones incomodas. Quien escribe habla por su experiencia, ciertamente desafortunada. Entiendo el sentido del post y rescato la importancia de compartir lo sencillo y sobre todo simbólico, pero me parece triste y desacertado el tono de burla y de juicio. Me impacta muchísimo que una mamá que critica el quedar bien con la sociedad cuando es invitada a un fiesta a la que no quiera asistir no tenga la decencia de simplemente excusarse sino que sienta que debe ir a burlarse de su anfitriona…

  9. Luisa

    Lo mismo pensaba yo y mi bebe disfruto demasiado su fiesta de primer año no podía de la emoción aplaudía no se durmió hasta que la fiesta terminó , la verdad creo que eso es lo importante que ellos disfruten sin importar qué tipo de celebración sea grande o chiquita y que uno como papa y mama también , que no se le vuelva un problema o una obligación social

  10. Angelica Maria ATENCIA CAMARGO

    Como se hace para que tu sepas cuanto nos gusta un post???? este es hermoso, el de los colegios, el de «sonrie y hazte la…» jajaja, Ana, eres muy pila 😉

  11. Leidy Mesa

    Excelente post!! Cuanta razón!! Nos complicamos la vida y se la complicamos a los niños.