Gripa y jardín: Relación tormentosa
5 Abr, 2016
por Ana María Medina

Martes de Post-Parto - Gripa

Son las 3 de la tarde. Hace un frio espeluznante y delicioso. Sí, delicioso, debo confesar que la atmosfera que crea el frio me encanta. Me siento en los alpes suizos, o mejor aún, recuerdo épocas de mi niñez que me llenan de nostalgia, en esta Bogotá gris y lluviosa. ¿Algo mejor que un arrunchis con cobija peluda? El frío es la excusa perfecta para usar saquitos peludos y chaquetotas, prender la chimenea y comer chocolates de más. Así estoy en este momento, sentada en la cama con una cobija que más parece el abominable hombre las nieves (sin lo abominable), una snikers que ya va por la mitad, un café extra grande y Lorenzo a mi lado, que hace una siesta tardía y perjudicial para la hora de dormir esta noche. El plan podría ser perfecto si no fuera por una tonelada de mocos que producimos a causa de la tercera gripa del año que nos da, y eso que apenas estamos comenzando abril.




Iba a aprovechar la siesta de Lorenzo para cerrar también mis ojos llorosos, pero me di cuenta que el timing no podía ser más perfecto para escribir sobre un post que me han pedido desde hace días: La tormentosa e interminable relación entre la gripa y el jardín.

Hace unos meses, cuando decidimos escoger el jardín para nuestros pequeños, con lupa y mucha meticulosidad evaluamos todas las variables: la seguridad de las instalaciones, el carisma de sus profesoras, la cantidad de ceros a la izquierda de la matricula, la cercanía a nuestra casa, el método de enseñanza, la calidad de la merienda y, algunas más quisquillosas, hasta la pinta de los padres de familia. Cada jardín parecía un universo diferente y nos costó un par de noches escoger el que más nos convencía. La decisión quizás no hubiera sido tan difícil, si en vez de mirar las cosas que los diferenciaban, hubiéramos observado la única que es común a todos: los virus. No existe un jardín desprovisto de ellos ni mamás que no se quejen de la cantidad de gripas, piojos y eruptivas que sus niños contraen allí. Una vez nuestros hijos entran al jardín tenemos la extraña sensación de que pasan más días apestados que sanos.

A todas nos dijeron “no es sino que entre al jardín y se le peguen todos los virus”. Y todas nos dijimos mentalmente, como para no sentirnos una mamífera cruel e irracional abandonando a sus crías, “es necesario que coja defensas de una vez por todas” Pues, la bendita cogida de defensas nos cobra aproximadamente 5 días de incapacidad al mes. Al paso que voy, no estaría mal pedirle un reembolso de una pensión al jardín por la sumatoria de todos los días que Lolo termina quedándose en casa por una gripa.

Al principio alcancé a dudar del sistema inmunológico de Lolo y corrí al pediatra muchas veces ante al evidencia de los primeros síntomas. Después de oír muchas veces el famoso “es normal que los niños se enfermen cada mes” o el aniquilador “eso es viral”, ya me evito la salida de casa y tengo un botiquín dotado con las vitaminas y medicamentos básicos para estos casos.




No sé que me molesta más, empezar a ver los mocos transparentes que anuncian la llegada de una gripa o empezar a recibir los mensajes del grupo de whatsapp del jardín con las quejas, consejos y sugerencias de todas las mamás aburridas con la peste.  A una de esas mamás, a principios de febrero le pareció que lo que necesitaba el jardín era un desinfectador de ambiente en cada salón y una revisión diaria de la super intendencia de higiene y salud (si eso existe) para que el jardín no siguiera propagando y reproduciendo los virus de todos los niños. Me burlé, la catalogue de exagerada, le trate de explicar con mis dedos gordos que me hacen escribir brutalidades en WhatsApp, que el mundo era un lugar lleno de virus y que no podíamos desinfectarlo por completo ni aislar las zonas por donde pasan a diario nuestros hijos. A mi segunda maluquera a principios de marzo, porque valga la pena aclarar que la gripa del niño no sólo se nos pega sino que sufre una transformación genética que hace que nuestra gripa no sea un simple resfriado sino una asquerosa peste bubónica, no me parecía una idea tan mala llenar cada esquina del jardín de esos aparatos que purifican el ambiente. Hoy, a mi tercera, estoy considerando seriamente una visita de la OMS o al menos pienso sugerir en el estresante grupito de WhatsApp de “mamitas y papitos” del jardín, que por favor no manden al jardín a los niños que empiezan a sentirse mal. Entiendo más que nadie el complique y el desbarajuste para nuestras labores diarias el tener que dejar a los niños en casa, pero es la única solución efectiva para reducir estas epidemias grupales, sobretodo en esta temporada esperada de lluvias.

Si a finales de abril vuelvo a caer por otra gripa no me temblará la mano para recomendarle a las directivas de cada jardín que contraten los servicios de ADN, la Agencia de Detección de Niños de Monsters Inc para que dos macancanes enfundados en trajes y mascarillas salten a desinfectar y a aislar a cada niño que se presente a las aulas con síntomas de gripa o cualquier otra enfermedad contagiosa. 

Por ahora me tomaré una aguapanela con jengibre y limón,  esperaré que la dosis de dólex que Lolo debe tomarse en la noche le produzcan el sueño necesario para contrarrestar que siga dormido a las 4pm, y aguardaré pacientemente la siguiente gripa con tal de que lo que se me venga encima el próximo mes no sea una epidemia de piojos.

Sigue La Nuwe en Facebook
Sigue La Nuwe en Instagram
Sigue La Nuwe en Twitter
Sigue a Vargato en Instagram, apoya al 10%




3 Comentarios

  1. Carolina

    pues sí, va a tocar seguirlo porque Lolo es muy lindo y es bonito seguirlos a ustedes como familia con ese chiquitín tan hermoso

  2. Catalina

    Jajaja Me reí demasiado con tu escrito. Todas pasamos por esa crisis que se hace eterna y también pensaba lo mismo cada 15 días que Mati llegaba enfermo! Lo mejor es comprar vitamina C y darles una pastillita en la mañana con el desayuno y si lo ves que le huele raro la boca o comenzando con moquitos le das otra en la noche y lo mismo con gotas de echinacea..es lo mejor para darle un empujón al sistema inmune de nuestros chikis y evita muchas veces esas pestes..unas 5 goticas(dependiendo de la edad!) por la mañana y luego en la noche..también una cucharada de miel pequeña al día…y santo remedio! No soy doctora..solo una mamá investigativa que se preocupa por la salud de su hijo y busca siempre lo natural. ?

  3. Cade

    I’m quite pleased with the infromation in this one. TY!