YO SOY EL 10 %
15 Abr, 2015
por Ana María Medina
Yo Soy el orgulloso 10%

Se acuerdan aquel post, aclamado por muchas y odiado por otros, sobre la teoría del 10 %? Pues, hace unos días el porcentaje que lo inspiró, mi 10 %, me dio uno de los mejores regalos de la vida. Yo había recibido por mail una sarta de palabras llenas de odio por parte de otro papá al que al parecer su falta de sentido del humor no le permitió disfrutar el texto y tomándolo a título personal, me acusaba de falta de consideración con los hombres. Ante mi extrañeza, mi 10% me explicó que no hay que pararle bolas a ese tipo de gente que no sólo no entiende lo que es sarcasmo y no se da cuenta que es un artículo escrito para divertir y con cero ínfulas de convertirse en teoría irrefutable de la verdad. Días después, al ver que yo seguía un poco molesta con el tema, dejó esta aclaración en mi correo y, por supuesto, yo morí de amor y quise rebatir yo misma ese 10 %. Hoy es martes de post-parto y como no he terminado mi post sobre “la dejada de Lolo en el jardín” aprovecho para compartirles esto tan bonito. Un mensaje para todas porque somos unas berracas y lo somos gracias a ellos:

Yo soy el 10%

Y estoy seguro que muchas veces lo merezco, hay otras en las que claramente no y algunas, especialmente las noches, en que creo que el 10% eres tú.

Yo Soy el orgulloso 10%

Estas caritas tan juntas y felices, no podrían estarlo sin el 10%

Ante todo soy una persona sensata y debo confesarte que te escribo porque soy consciente que lo que hago, según tú, para merecer ese 10%, no solo me lo merezco sino que incluso un poco más también sería justo. Sin embargo he decidido renunciar, no a mi 10%, sino a todo eso que me atribuyes. No creas que estoy peleando por un porcentaje más grande. Yo tengo claro que soy un 10% aunque tenga mis momentos de 100%.

Soy consciente que sin ti a la cabeza, esta casa no funcionaría como lo hace. Soy un 10% porque vi, presencié y hasta padecí desde la tribuna, los duros cambios y esfuerzos físicos por los que pasaste durante y después del embarazo. Sé que yo, al que una gripa lo deja incapacitado por 6 días, no hubiera aguantado sin quejarme como tu lo hiciste.

Soy un 10% porque no falta el que se atreva a dudar de mi paternidad, así digan que Lolo es mi copia y yo insista que tiene tus ojos, pero nunca nadie podrá dudar de tu maternidad. Soy un 10% porque para hacer las 3 cosas que haces al mismo tiempo sin que te afecte, yo tengo que escoger una y concentrarme en ella. Soy un 10% porque tu eres la que sabe cuando pedir la cita al médico, cuando hay que poner las vacunas, cuando hay que cambiar el pañal, como cantarle “sana que sana colita de rana” para que Lolo se calme y hasta como entretenerlo en un avión para no importunar al resto de pasajeros. Soy un 10% porque tienes un sentido común y una maniobra mucho más poderosa que yo para cuidar un bebé. Soy un 10% porque has tenido que renunciar a muchas más cosas físicas, personales y profesionales que yo. Y soy un 10% porque no hubiera podido escoger a alguien para pasar juntos el resto de la vida, que estuviera por debajo del 90%.

Pero me rehuso a creer que soy el 10% simplemente por recibir más piropos por ser papá que tu por ser mamá.

De hecho soy un 10% muy importante y necesario, y tu me lo haces ver a diario, pero era muy difícil que el tarado Troll que te escribió improperios desde Chile, lo supiera. Y traté de pensar una serie de cosas que hago que me podrían hacer pelear por un 50% con opciones de triunfo, pero haga lo que haga, es innegable que haces 90 cosas más que yo. Aún así hay unas que yo hago mejor :

1. Soy yo el que frunció todos los músculos de la cara, como cuando uno va a partir el ganchito de plástico que viene con las medias, escondido detrás de una pared, mientras tú sonreías y te hacías la güevona en esas vacaciones familiares. Estaba así fruncido porque sabía lo que me esperaba. Más tarde fui, ya en la casa, el saco de boxeo en el que descargaste toda tu ira, protestas y disgustos padecidos por ti, todo el fin de semana. Aunque debo confesar que ser tu espacio de desahogo ha sido genial.

2. Soy yo quien tiene el turno de la noche. Desde que Lolo dejo de despertarse cada 3 horas a tomar leche, no sé en que momento se me asignó, porque nunca lo hablamos, ser la persona que ante cualquier quejido del bebé, corre por él. He llegado a la conclusión que “como Lolo es tuyo todo el día, si llora por la noche es mío”. Pero mi turno de la noche me ha permitido desarrollar una especie de oído biónico para estar alerta ante cualquier quejido del pequeño que me ha permitido atenderlo en momentos en los que tú, mi flamante 90%, está tirada en la cama escurriendo una baba sobre la almohada mientras sueñas, seguramente, con el segundo. Y sentirme responsable de esa cara tuya de descanso… la verdad, se siente genial.

3. Gracias a mi oído biónico he logrado sorprenderte trayendo a Lolo a nuestra cama, calmándolo y entregándote deliciosos momentos de «arrunche» mañanero con él. Diría que por promover estos invaluables momentos de dicha y arrejuntamiento familiar me merezco otro 10%. Pero, esto que suena tan delicioso, me ha llevado a ser acusado de ser el instigador y principal cabecilla del delito de colecho. Mientras te angustias y me cuentas que fulanito si duerme en su cuarto todo la noche yo te relajo y te explico que un par de horas de hacinamiento no le hacen mal a nadie. Que hacemos si ahí el niño, y la mamá que no tiene que levantarse por él, duermen mejor? Y tiene su lógica, invertimos una importante suma en la cama, cuna, corral del bebé, pero nunca nadie probó el colchón. Caso muy diferente a nuestra cómoda, ergonómica y patentada indeformable cama. Fomentar el desorden también se siente genial.

4. Cuando tu no puedes más yo entro al rescate. Hay días duros o como dirías tu misma, días Juemadre y en ese justo instante cuando Lolo va a hacer despertar el Hulk interior de toda madre, tu sabiamente previniendo la hecatombe que se aproxima me pides un relevo. Hulk respira y trata de volver a la calma y yo cual superhéroe salvo el momento. O por ejemplo, cuando él no puede o no quiere dormirse. Tu estás con él en su cuarto y él empieza a tratar de prender la luz, a balbucear de más, se levanta, se acuesta, llama a papá y cuando asomo tímidamente mi cabeza por la puerta estira los brazos pidiendo que me acueste con ustedes. Al 10% casi nunca lo piden! Y cuando esto pasa es genial. Muchas veces nos ha sorprendido la media noche a los tres tratando de acomodarnos en una cama de 1,20 x 1,00 en donde no sé como, terminamos cómodamente dormidos. Y sentirse el superhéroe que te ha rescatado y ser la pieza que hacia falta para que todos cayeran dormidos se siente súper genial.

Pero no todo ha sido ternura, también hemos tenido diversión. Para que tengas un ejemplo te recuerdo estas dos situaciones que sin este 10%, jamás hubieras vivido:

Como bien sabes, he jurado oír llorar a Lolo en medio de reuniones de trabajo y he salido al lobby a buscarlos  pensando que han venido a visitarme sin avisar. También lo he buscado como loco mientras paso por un parque, incluso una noche lo oí llorar y me paré como un ente para traerlo a la cama; cuando llegué a su cuarto, con total sorpresa vi que no estaba, entré en pánico. Fueron segundos de eterna angustia, cómo te iba a decir que perdí al bebé en nuestra propia casa, en nuestra propia presencia, en medio de la noche y bajo mi turno de vigilancia? El susto fue mayor cuando te sentí parada a mi lado pronunciando esa temible frase: Qué haces? Mi cerebro estaba trabajando rápido tratando de tejer una respuesta. Por un segundo me imaginé siendo Angelina Jolie en esa película en la que le cambian al hijo y ella se da cuenta pero nadie le cree. Lo tenía más o menos claro, el plan era ir por una linterna buscar primero en su habitación, luego debajo de muebles y camas, prender las luces, nada de gritos de pánico, luego llamar a la portería, a la Sijin, al Gaula, la Armada, la Defensoría del Pueblo y armar un pequeño bloque de búsqueda. Giré lentamente para decirle: No se que hice a Lolo; pero de mi boca sólo lograron salir las sílabas Lo…Lo.

  • Lolo está en nuestra cama, lo llevaste hace rato, que estás haciendo aquí?
  • Te juro que lo oí llorar…

O esa vez cuando por dármelas de considerado, oí llorar a un Lolo con apenas semanas de nacido y me ofrecí a traértelo para que empezaras tu dura labor de lactancia. Me paré como un zombie y tú y tu inevitable procedimiento de verificación de procesos escudriñó de arriba abajo mi posición, mi proceder, mi caminar y mi manera de cargar al niño, para luego, con tono increpante y azarador decirme: Andrés, la cabeza!. Yo me asusté, sería posible que yo en medio de mi aletargamiento por falta de sueño estuviera cargando un cuerpo sin cabeza? Pasé mi mano desde la espalda de Lolo para arriba y verifiqué que su cabecita ahí estaba pegada a su cuello y dije: Si, ahí la tiene. En vez de pararte a ahorcarme (aunque la episiotomía que por esos días no te dejaba moverte rápido, te lo hubiera impedido) te atacaste de la risa y horas después dándome un café me explicaste que un bebé recién nacido no ha desarrollado los músculos del cuello y al alzarlo hay que tenerle la cabeza con una mano.

Aún hoy te burlas de mi inteligente respuesta. Para mi, fue la iniciación a descubrir que como papá soy necesario e irremplazable pero que, afortunadamente, me llevas una gran ventaja.

Yo me siento orgulloso de ser tu apoyo. Darte moral en muchos casos es más importante que pararse a media noche mientras te dejamos dormir. Hacerte ver que lo estás haciendo bien es más valioso que reducir dos décimas la velocidad a la elaboración de un tetero y hacerte feliz es mil veces más poderoso que quedarse con él mientras vas a la peluquería.

Soy el papá, y uno excelente (valga la modestia) soy el apoyo, soy la moral, soy tu bolsa de boxeo, soy el orgulloso poseedor del título de 10% y se siente genial.

Deja de pararle bolas a todo lo que lees en internet.

Yoyu.

22 Comentarios

  1. Juliana V

    Ay, dejen de ser tan horriblemente divinos. Larga vida a ese amor tan lindo y a los martes post-parto.

  2. Valentina Lizcano

    Moriiiiii de amor … Que 10% tan bien ganao , yo sigo con los turnos nocturnos y respondiendo unas 18 veces al día porque Salvador no deja el tetero por sopa

  3. Catahe

    Creo q tienes el 100% del cielo con ese 10% que te tocó. Un abrazo

  4. Andrea Cortes

    Genial! Yo también me considero afortunada de tener un 10% que parece el 100% y por lo que te habrá escrito el desdichado Troll ese, recuerda que Chile es un país demasiado conservador y es muy difícil entender que los colombianos somos como somos. Ojalá sigamos teniendo estos post-parto, porque ayudan cuando se siente caer.

  5. Clara

    No he parado de reirme con lo de la cabeza. Uds dos son increíbles.

  6. Eva María

    Yo tengo orgullosamente un 1000 % que por motivos ajenos a nuestra voluntad se ha dedicado pacientemente, a veces no tanto, al cuidado de nuestros dos tesoros: Franco de 5 años y Sarah de año y siete meses. Les cocina, los baña, les da de comer, hace tareas, juega a la cocinita, a football y al restaurante. El mío no es un 10%. Es un entre un 40 y un 60, organiza nuestro hogar. No lo he calculado aun. Nos turnamos, nos sedemos turnos y lo más importante, solo nos hemos enfermado juntos 1 vez.

    Me encantan tus posts. Me han hecho considerar mucho el hecho de que las travesías de los padres hoy en día no se diferencian tanto de los de antes. Ni por estratos, roles o edades. A todos nos toca lo mismo. En diferentes dosis, pero lo mismo.

  7. mariaf

    De casualidad @vargato no tendrá su blog? Son divinos los dos, bueno los tres porque Lolo es motor de todo esto. Me reí muchísimo con éste post y ese 10% se ganó un 100!

  8. Marialejandra

    Adoro los martes de pos parto, leer estos post se ha convertido para mi en un espacio para reir cada semana, me siento identificada! Mi 10% es un 100% , no se que haria sin su presencia en nuestras vidas.

  9. Erika

    Divino!! Lo amo

  10. Sandra

    Jajajajajajajajjaj un hit , «deja de pararle bolas a todo lo que lees en internet » jajajaj

  11. angelica melo calderon

    que lindo 10 ¡¡ 🙂 🙂 todas merecemos un 10 asi ………

  12. angela

    rei como loca en mi oficina , es increible como hay tantas cosas que me pasan con mi 10% ,
    gracias por alegrar nuestros largooosss dias de mama

  13. Mayra A. Barrios Castillo

    Del putas, un 10 para ese correo de Andrés jejejeje, me han agüado los ojos.

  14. Lina M

    Hermoso

  15. Natalie Chedraue

    A conservar ese 10%, porque muy seguramente el que te escribió no llega ni a un 1%.

    • jessica

      Nooo ya quisiera yo un 10% de esos… yo sigo siendo el 100 por q mi supuesto 10 siempre llega cansado (el cree q cuidar a mi chiquita no agota) asi q soy el 100 de dia y de noche… muuy bueno este martes de post

  16. Uriel Alfredo

    Cómo se siente de bien leyendo estos acertos. En ocasiones queda el 10% exagerado por falta de compaginación y sinergia.

  17. Claudia

    Me encanta leer los martes de post parto y si como actriz me caías muy bien como escritora eres lo máximo, tienen una familia muy bonita,que Dios los bendiga, debo admitir que se me salieron las lagrimas de la risa con lo de la cabeza jajajaja

  18. Luisa

    Hola Ana, soy LuisaHuertas del Alvernia, me gustaría hablar contigo, no tengo tu Cel si puedes mándamelo a mi correo lufega@hotmail.com. Un abrazo

  19. Martha

    Hola, apenas descubro hoy tu blog y estoy embobada leyéndolo de un tirón, escribes delicioso, no he parado de reírme, es mas, con este post llore de la risa, sobretodo con el tiro de la cabeza. Ustedes dos son lo máximo una pareja que puede mantener para su vida el nivel de humor como ustedes, es una pareja condenada al exito! Tu te mereces el nobel de maternidad, que acabo de crear solo para ti, no por ser perfecta, ni por dar los mejores consejos de crianza (yo también he sido unas de esas que se ha leido los 15450 blogs sobre el tema y ademas soy psiquiatra así que se asume que «debería» saber algo al respecto) si no por hacer que todas las demás imperfectas, angustiadas, exhaustas y conflictuadas madres podamos reírnos de nuestro dia a dia. Todos nos decian lo hermoso que seria y lo hemos comprobado, pero nadie nos dijo que seria un trabajo tan duro, tan intenso, tan ansiogenico… Gracias a Dios existe el humor, que es el mecanismo de defensa mas elevado. El que tu lo ejercites y lo compartas con nosotras para ayudarnos a sobrellevar el caos emocional de la permanente incertidumbre que es ser madre, es un factor de buen pronostico para todas: al final, todo va a estar bien si podemos aprender a reirnos de todo!
    Mil gracias por tu tiempo y dedicacion, por abrirte el alma, por tu sinceridad y por ser un espejo tan maravilloso.
    Un abrazototote de madre a madre.

  20. Katherine Cristancho

    Muero con ese 10 % que tienes! Que divinooooo!!!