¿Cuál es el afán?
26 Abr, 2016
por Ana María Medina

Martes de Post-Parto AFÁN

Desde que soy mamá debo confesar que vivo con cierto afán para todo. Tengo la sensación de llegar tarde a todo lugar, y efectivamente lo hago. Siento que el tiempo no me alcanza y en ciertos momentos del día, sobre todo las mañanas, a cambio de corazón, palpita en mi pecho un cronómetro como en una competencia. Ese afán me saca un genio insoportable, razón por la cual, de un tiempo para acá, vengo haciéndome la pendeja con el reloj y la impuntualidad, esa horrible costumbre que había declarado mi enemiga publica, se ha convertido en una permanente y hasta agradable compañía. Pero de ese afán no quiero hablar hoy. Quisiera hablar más de ese afán dañino y perverso que las amigas, las profesoras, la familia nos hacen jugar para que nuestros hijos cumplan los estándares que para su edad deberían haber alcanzado.

Si el niño no ha caminado al año nos mandan a donde un ortopedista. Si el niño no ha hablado a los dos años nos mandan a una fonoaudióloga. De seguir así las cosas, si el niño a los 3 orina la cama lo van a mandar a prestar servicio militar, si a los 4 sigue teniendo pesadillas lo van a mandar a un exorcista, si a los 5 no escribe su nombre perfecto le van a hacer un examen neurológico, motriz y de paso un IQ Test, y si a los 18 aún no sabe que carrera estudiar, lo mejor va a ser que nos internen en un manicomio porque no hay mamá que resista tanto especialista.




Desde hace un tiempo vengo haciéndole la guerra a esa paranoia que nos dejamos contagiar del mundo. Sin demeritar ninguna carrera, tengo la extraña sensación de la existencia de una “mafia” que juega con nuestros miedos y espera que les dejemos la mitad de nuestro sueldo para que nuestros niños normales reciban terapias urgentes y necesarias para nada. La manera como Lolo ha ido superando cada una de sus etapas me ha dado la razón con el tiempo.

Lolo caminó a los 13 meses. Cuando cumplió el año, con mi sonrisa y mi pose de güevona soporté estoicamente el  “¿Todavía no camina?” . Un día, olvidé la fecha pero recuerdo la mañana, decidió irse solo a dar el tour por toda la casa a su paso, a su ritmo, a su manera y en su momento.

Lolo ya caminaba y aún pedía un tetero antes de dormirse. Soporté, no tan estoicamente, el “¿Todavía toma tetero?”.Una noche fue a la cocina, abrió el cajón donde se guardaba su termo (que el llamaba tetero), lo botó a la basura y nunca más volvió a pedirlo.

Lolo cumplió dos años y escasamente decía mamá. Del jardín me llamaron angustiadas, me recomendaron fonoaudióloga y hasta terapista ocupacional porque Lolo no parecía de este mundo. Me contagie de ese afán y paranoia y terminé llevando a Lolo a una sesión con la susodicha fonoaudióloga, a la que no quise pagarle más de una sesión después de oírla 10 minutos. De dicha sesión salí con dolor de cabeza y con una formula médica que recomendaba a tal neurocirujana, tal examen de audiometría, a un par de terapistas ocupacionales y a otra experta en no recuerdo que. Desconfíe desde el principio, pues si alguien conocía a Lolo era yo, bastaba verlo 2 minutos para saber que no era sordo. Bastaba jugar con el de verdad para entender todo lo que sabía. Pero el resto del mundo no lo veía. Respiré. Por fortuna, mi 10% que la mayoría de veces es más sensato y menos dramático que yo, se rehúso a destinar un centavo a profesionales que creían conocernos y me recordó, que había olvidado que cada logro de mi hijo llegaba en el momento que era y que no siempre coordinaba con el tiempo de otros niños. Nos fuimos de vacaciones y al regresar Lolo, como diría mi mamá, hablaba más que lora mojada, sin necesidad de sesiones de expertas que nunca se ganaron mi confianza ni la de él.




Hoy, Lolo está a tres meses de cumplir 3 años y todavía usa pañal. “¿TODAVIA USA PAÑAL?” oigo reproches a lo lejos. No demoran en mandarme artículos que enseñan como lograrlo en tres días, no demoran en darme ejemplos con nombres, no demoran en dudar de mi paciencia. Hemos tenido avances y de nuevo retrocesos. Yo vuelvo a sonreír y a hacerme la güevona. Cada día trae su afán, y mientras pueda acompañar a mi hijo a superar cada etapa con la calma de un impuntual, y no con el estrés del que cree que va tarde, estaré feliz de hacerlo. Porque de verdad ¿Cuál es el afán? A veces siento que queremos educar adultos y no disfrutar a los niños.

16 Comentarios

  1. Sandra

    Cuanto necesitaba leer esto, gracias!

  2. Mabel Copete

    Es verdad mi hijo acabo de cumplir los tres años y en el jardín ya quieren que coja el lápiz y coloree perfectamente pero creo que todavía tiene mucho tiempo para aprender a colorear sin presionarlo

  3. Ana Maria Escobar

    Lo sostengo, lo afirmo y lo reitero SOS LA MÁS, nontenfomidea sines q a varias o todas nos pasa lo mismo, pero leerte es como decir: maricaaaaa por qué no pensé así antes si me pasa tal cual … Gracias por mil por rescatarme cada q puedes de este mundo de dudas y acosos a los q me veo sometida por mi afán y el
    De los demás por ver a Maxi a la par de otros, para que ? Es el y a su rirmo lo hace todo … Un abrazo apretado

  4. Catalina hincapie

    Ana! Me identifico con tu artículo totalmente, mi hijo Pedro es igual va a cumplir 3 años g no hay ningún síntoma q quiera dejar el pañal! Gracias x escribir ?

  5. Alexandra

    En dos meses JuanIgnacio cumple 3, tampoco ha dejado el pañal. Hasta hace 4 días dice mamá claro y duro, se despide y dice «day» en vez de «bay», no es sordo y tampoco tonto, simplemente es mi hijo. Ahora pago más de medio millón de pesos mensuales para solucionar lo que el jardín, las terapeutas y el sistema educativo en este mundo le obliga: hablar aunque no quiera, porque realmente Juanig no quiere hablar, lo conozco y sé que es más vivo que cualquiera y sabe que si habla comenzará a ser independiente y no le conviene. Lo más duro de las terapistas es que le hacen dudar a uno como mamá y lo peor de todo es que este es un oficio del que no se puede renunciar.
    Gracias por el post y por darme esa palmadita en la espalda diciéndome que definitivamente no hay que correr!

  6. Nanita

    El tiene 16 meses y aun no camina solito. Ya estoy hasta el copete de las miradas retadoras de la gente y de los cometarios: «Es que no camina porque ustedes lo miman mucho», «Deje de cargarlo tanto y verá que va a tener que caminar obligado». Mi 10% es igual de sensato al tuyo, por fortuna, me rehuso a llevarlo a cualquier terapia y estoy segura que va a su ritmo. Por lo pronto: SONRIO Y ME HAGO LA HUEV…

  7. Damaris F.G.

    Las presión social desde todos los ángulos es en ocasiones insoportable, para todo hay un tiempo promedio y uno límite que si te pasas empiezan a fastidiarte porque al fin y al cabo tu eres la mamá, el papá parece inmune a esta presión o al menos no la recibe directamente ni con la misma frecuencia que la madre. En mi caso es el tema de la lactancia que tiene para todo el mundo unos parámetros distintos y entre as grande el niño son más displicentes los comentarios y reproches y como dice lanuwe pongo cara de guevona y sonrio, aunque qusiera decir : No seas metido(a) y vete a la mié….

  8. lamia

    me encanta el post y saben igual pago terapias física, ocupacionales y fonoaudiologia y en el jardín se atreven a preguntar si el niño esta bien??? solo por que no se siente cómodo en algunos días y no quiere obedecer ordenes, acaso a los adultos no nos pasa lo mismo??? que ganas de molestar y que ineficiencia la de algunas docentes que se van por el camino fácil para la educación de un niño.

  9. Paola

    Cada niño es un universo diferente y uno no se puede enganchar en las comparaciones!!! Bien por hacerte la guevona como tu dices!!!

    Mi hijo de 6 se pasa «todavia» a mi cama, el de 3 no le he sacado la cama «todavia» de mi cuarto, usa pañal y ahora quiere ser bebe otra vez asi que desempolvo un chupo, habla como bebe (por decision propia) y le dice «teteito» a su vaso de leche nocturno. Pero creo que son absolutamente felices y yo también!!! Sobretodo porque desde que deje fe pelear por que el uno se pasaba y meti el otro con cuna y todo a mi cuarto, duermo feliz. Asi me pregunten si «todavia» esta en mi cuarto!

  10. Carla Reyes Correa

    Que bueno saber que aún hay madres sensatas. Mi hija caminó a los 11 meses, mi hijo va a cumplir 16 meses y todavía no se atreve. Además estamos llenos de mamás que insisten los dos primeros años en que hablen y caminen, para pedirles el resto de la vida que se queden quietos y callados. En cuanto al pañal, aunque lo tienes claro, no soy nadie para decirte que no te preocupes, pero: no te preocupes! Ni tú ni todas las demás mamás que somos tus fans! Besos a Lolo!

  11. Monica Monsalve

    Hola, mil y mil felicitaciones la nuwe por este articulo, totalmente de acuerdo con todo lo que dices, me sentí completamente identificada, y si solo las mamas sabemos realmente cuales son las necesidades de nuestros hijos y como tu lo decías, quien los conoce mejor que nosotras?, las invito a todas a seguir nuestra intuición maternal. Gracias, gracias, gracias infinitas. Es maravilloso saber que hay mas mamas que piensan igual que tu y no como la mayoría de blog que hablan de las mamas perfectas (que ni se despeinan, jaja)

  12. Andrea Cortés

    Y pensé que era la única que sufría con esto, a mi tambien el jardín de mi hijo trato de hacerme creer que eramos nosotros los que estabamos cometiendo un error, como lo solucione? lleve a mi hijo donde una neuropediatra (muy reconocida y prestigiosa) que con solo verlo y hacerle unas cuantas sencillas pruebas ahí en frente mio me dijo que tranquila que es un niño normal que no necesitaba ningunas terapias. Sin haber pedido la cita con ese fín, ella me entrego un informe para el jardín, como quien dice pa que dejen de joder, este año, la cosa hasta el momento ha sido mas tranquila y la verdad que si, ellos crecen a su tiempo, es el afán del sistema educativo que los procura hacer correr por conveniencia, porque no se dañe el nombre de la institución o por lo que sea, pero que olvidaron el real sentido de la enseñanza. Hace poco me enviaron un video de History Channel sobre el día de la Madre, donde algo similar le ocurrió a la mamá de Thomas Alba Edison y ella con su esfuerzo y dedicación hizo de él uno de los inventores más grandes de la historia. De nosotros como familia depende lo que ellos sean en el futuro, con amor y constancia y con tiempo con el tiempo de ellos. Gracias Nuwe, siempre estas en la jugada!

  13. Jovelys henriquez hernandez

    Hola nuwe majinate que mi chiquitin tiene 3 y ocho meses y aja asi me pasaba el año pasado que como que tiene 3 y usa pañal que como que ese tetero no lo alimenta nada que como q es muy inquieto y siendo esto que te voy a decir tan veridico como q por nosotros corre sangre, un dia dijo no mas pañal y fue cierto no mas pañal y yo aterrada??? y yo como asi quien te dijo que paso, y el todo un caballero «yo soy grande mama» ok ok!!! Despues que el tetero majinate eso le a dañar lo dientes entre mas tiempo lo tienen mas lo quieren mejor dicho el arma destructora de mi hijo y pumm dice mama no mas tetero y yo de nuevo en el terrorismo total ???? como asi noo que paso y me lo dijo no mas y es un niño absolutamente normal ahora pocos dias me llaman del colegio que esta agresivo q pelea que brinca y salta todo el tiempo que quiere
    Jugar todo el
    Tiempo ???y decidi no estresarme entre tanto leer y leer he llegado a la
    Conclusion que todo en sus vidas son ciclos y debemos dejar cumplirselos (aunque la miss cree que esta en el apocalisis) y ose dije no mas me
    Voy a traumar con mi hijo y lo dejare actuar y que de verdad me ha demostrado lo maduro q es . Saliendome de todo el periodico es grandisimo leer tus aportes y ver que no nos pasa solo a unas que somos mas en esta cadena de crianza

    Besos Jove y Jose❤️

  14. Ana

    Mi hija tiene 14 meses y aún no camina, da pasitos pero no quiere soltarse. Dice une escasos papi y mami y balbucea como si estuviera teniendo una conversación compleja con alguien. Gracias por este artículo, es hermoso, a veces nos ponemos en el lugar de verdugos y acabamos presionándonos en procesos que tienen su propio tiempo y su propio afán.

  15. Cindy Espinosa

    Leí esto y definitivamente siento que algo debo estar haciendo bien!! y me pasa exactamente lo mismo, no entiendo cual es el afán. Mi hijo a los dos años también hablaba poco y lo remitieron a terapia de lenguaje, lo lleve 3 veces porque se suponía era lo que «debía hacer» pero las detesté desde la primera y a pesar de que me recomendaron otras 5, ya había decidido no llevarlo más. A mi también el tiempo me ha dado la razón, mi Alejo ha pasado por sus etapas a su ritmo y nada me hace más feliz.