El 8 de junio decidí quedarme en casa con Lolo a jugar y a practicar la dejada del pañal. Para las ortodoxas que se asombraron porque mi hijo ya tenia 2 años y 11 meses y no le había quitado el pañal, sólo quiero sonreírles y hacerme la güevona. Llámele pereza,...
Desde que soy mamá debo confesar que vivo con cierto afán para todo. Tengo la sensación de llegar tarde a todo lugar, y efectivamente lo hago. Siento que el tiempo no me alcanza y en ciertos momentos del día, sobre todo las mañanas, a cambio de corazón, palpita en mi...